Fotografía digital III: Calidad

Estamos sumergidos en una guerra de megapixeles entre marcas que no lleva al consumidor a ninguna parte. Ya en otro post hablaba de que cámara elegir. En este post voy a centrarme en algo más concreto y es el concepto de calidad, porque no es lo mismo quere tener un recuerdo de un viaje que te encarguen un trabajo publicitario para un cartel de carretera.
Cuando vas a comprar una cámara llegas a escuchar a los vendedores decirte la típica frase: “Esta cámara tiene mejor calidad que esta otra”. Si hay una diferencia de cientos de euros seguramente será cierto. Pero… ¿necesitamos esa diferencia de calidad?
Hace poco un viejo amigo de la universidad me escribía para que le recomendara una cámara, mi primera pregunta fue: ¿Cuál es tu presupuesto?, y la segunda: ¿Para qué la quieres o necesitas?
Si fuesemos a una tienda y tenemos la “suerte” de chocarnos con un buen comercial estamos perdidos porque será capaz de vendernos lo que no necesitamos si no tenemos las ideas y nuestras necesidades claras.
Entremos a trapo.
Imaginemos que un padre de familia quiere hacer fotografías a su esposa y sus hijos, tener una buena colección de fotos de viajes y momentos familiares es su ilusión y a lo mejor alguna impresión de vez en cuando para colgarlas en las paredes de su casa. Probablemente cualquier compacta de calidad, incluso una semireflex le aportará todo lo que necesite incluso más. Si este padre además le gusta la fotografía como hobby puede alcanzar a una Canon 1000D o una Nikon D3000… y realmente no necesita nada más. Todo lo que sea gastarse más dinero no le será necesario. Es una lastima como se ven cámaras de 1000 euros en la calle usadas en modo automático, una verdadera lástima.
Por lo tanto, ¿Qué podemos considerar por el término “calidad suficiente”?
Podríamos emplear el termino calidad necesaría y podríamos utilizarlos indistintamente. Una buena reflex de 10 ó 12 megapixeles puede hacer las delicias de cualquier usuario medio-avanzado con necesidades de impresión hasta tamaños de un metro, y hablo por experiencia de imprimir fotos de mi Canon Eos 40D a este tamaño sin problemas. Con esta cámara he realizado books, bodas y algún proyecto personal de publicidad y moda y en ningun momento me he quedado corto de equipo.
Me hace mucha gracia como veo en quedadas a gente con una mochila cuyo material puede costar alrededor de 6000 euros para luego colgar las fotos en flickr.
Otra cosa es que venga una empresa y te diga, quiero una fotografia de mi producto (una teléfono movil) para hacer una campaña publicitaria que incluirá impresiones para paneles de carretera. Obviamente no podemos aparecer con una Canon 40D de 10 megapixeles porque a pesar de que los carteles de carretera se ven desde bastante lejos necesito consequir una imagen con suficiente calidad para poder atender a cualquier requisito del cliente. Dependiendo de estos requisitos igual no tengo suficiente ni siquiera con una Canon 5D Mark II y tenga que recurrir a equipos de formato medio como Hasselblad y respaldos digitales de bastantes megapixeles.
Lo que quiero llegar a trasmitir es que no debemos matar moscas a cañonazos y que nuestros humildes equipos dan para muchísimas más espectativas de las que creemos.
Otro ejemplo. Mi compañero de faenas me contaba el otro día que a un conocido suyo le habían encargado una fotografía de un lienzo y que necesitaban una ampliación a un tamaño bastante considerable. Al final el método empleado fue hacer 4 fotografias dividiendo el lienzo en 4 partes que luego se unirían obteniendo con una Canon 5D Mark II una imagen de 80 megapixeles.
Para concluir solo me queda decir que necesitamos como aficionados o profesionales conocer perfectamente nuestras necesidades y espectativas así como las capacidades y limitaciones de nuestro equipo antes de decidir cambiar de material o adquirir equipo nuevo.